Mi nuevo álbum de fotos viajero

En la foto lleva puesto un traje de baño negro divino de una sola pieza y sus uñas rojo intenso. Ella está de pie en la playa adornada con palmeras ondeantes al fondo. Se ve tan hermosa, tan elegante, por eso me gusta, por eso está en mi álbum, porque yo valoro la elegancia, es algo que no se ve mucho en mi familia. A ella le dediqué muchas páginas del anterior álbum, ese que me quedó tan feo, ahora tengo la oportunidad de hacerlo mejor.

Cuando llegó el nuevo Album de fotos Viajero de Alpen a mi casa me sentí distante hacia él, ¿por qué? porque nunca había tenido un álbum de verdad en mi hogar, estoy acostumbrado al mundo digital, en donde pones una foto y a los tres segundos se pierde para siempre en el olvido.Lo primero que hice fue buscar material para llenarlo, así que me senté con mi esposo a buscar fotografías en el viejo ordenador y voilà, la magia comenzó. Empezamos a encontrar un montón de recuerdos; la playa, las piscinas, el cielo, las fiestas con amigos, los disfraces... mejor dicho, muchas sonrisas de oreja a oreja y de exclamaciones como "tan rico que pasamos", "hay que hacer más fiestas" y "¡quiero volver a ver a mis amigos!", sentía la necesidad de imprimir una gran cantidad de fotos para tenerlas en este nuevo lugar seguro.

Otra cosa que hice para encontrar material fue buscar en mi álbum viejo y fallido las fotos que tenía, ya que quería darle un enfoque de viaje de vida como el libro de aventuras de Carl y Ellie en la película Up así como algo más romanticón y dulzongo que involucrara más cosas empalagosas como yo.

¿Y qué pasó? me topé con unas fotos familiares que me llamaron mucho la atención, se ve ella destino a unas vacaciones con amigos en un avión súper retro, ¿quién le tomaría esa foto? Luego hay una en la playa con su traje negro sumergida en el océano; se ve tan joven, tan delgada, me encantaría poder volver a hablarle, imposible, ya se le terminó el viaje. Por último vi una foto en donde se ve con un grupo de amigos, todos están alegres y bronceados, ella estaba con su novio de ese entonces y ambos tomaban piña colada del mismo vaso, ¡ay que cursi me he puesto, qué romanticón! Se me salían las lagrimas, nunca le conocí un novio, ¿quién será ese chico?, ¿por qué terminaría con él?, lo que recuerdo de ella es un montón de libros y las clases de matemáticas que me daba mientras yo le gritaba por no entender nada. Como era de inteligente, de paciente, de lógica. Elegí las fotos de ella que quería poner en mi nuevo Álbum de fotos Viajero y continué con mi recolección de material.

Ahora era el turno de las postales que me regaló mi amiga, del tiquete de avión de mi primer viaje con mi esposo, cuando eso mi novio, también puse el boleto del día que vi a Madonna, un concierto que disfruté como nunca con mis cuñadas, la boleta del The Color Run, esa carrera de colores chisposa y empalagosa que vino una vez a Medellín y el tiquete del Águila Descalza, algo que siempre disfruto mucho.

Qué montón de emociones nos puede traer algo como un álbum de fotos viajero, aparte de conservar los viajes es un flashback de risas y nostalgias, una manera segura de guardar tus momentos más preciados, un viaje que das por los recuerdos que te quedan. Puede guardar historias, juventud y dar pie a muchas posibles historias, porque lo más probable es que alguien en el futuro vea tus viajes y empiece a imaginar lo que pasó en ellos, a montarse toda una película con tus fotos viejas, con tus momentos felices, así como yo lo estoy haciendo hoy con mi tía Argelit.